Los maridajes los
podemos agrupar en tres grupos:
Afinidad – El vino y el
plato tienen un aroma en común, como los vinos de la variedad Gewürztraminer y
los lichis.
Complementariedad – El vino
hace de Salsa o de un ingrediente más en el plato.
Contraste – El vino y el
producto tienen gustos opuestos como un queso azul y un Oporto, salado y dulce.
Esto nos lleva a
las siguientes interacciones
Salado Realza la
sensación de Dulce
Salado Elimina la
sensación de Amargo
Salado Se potencian y
realzan Acido
Amargo Ensalza las
sensaciones Acido
Umami Realza Dulce y
salado
Dulce Equilibra Acido
y amargo
Los gustos básicos, los podemos encontrar de
una forma menos evidente en algunos productos.
Dulce
Almidón, judías, Garbanzos, guisantes,
cebolla (no cruda), patata
Salado
Moluscos, crustáceos, pescado, conservas de
setas o de marisco
Acido
Hortalizas, tomate, berenjena, lácteos,
yogurts, cítricos
Amargo
Alcachofas, remolacha, rúcula, berros
Umami
Quesos envejecidos, Anchoas, Caviar, Cebolla
Caramelizada, Mojama, Jamón, Chorizo, Miso, Salsa de soja
Las combinaciones
y correspondencias entre vinos y alimentos, los podemos resumir de la siguiente
forma.
Alimentos ácidos Vinos ácidos, frutosos y
persistentes, semi secos
Alimentos grasos Vinos ácidos con sabor amplio y
lleno, tintos ásperos de carácter secante del tanino cabernet o tinto fino
Alimentos magros Vinos de cuerpo, golosos, y
glicérico, tipo garnacha o syrah mediterráneos
Alimentos salados blancos suaves, untuosos,
dulces, tintos poco tánicos
Alimentos ahumados blancos con madera, llenos y frutosos,
tintos especiados, de carácter moderno
Alimentos especiados tintos afrutados, jóvenes, poco
tánicos y moderadamente alcohólicos, blancos con azúcar residual y acidez
Alimentos dulces vinos dulces de azúcar igual o
superior al alimento
Alimentos picantes vinos blancos persistentes con
azúcar residual y vinos tintos golosos con aromas de vainilla, acidez y servido
a unos 14ºC
Las Texturas son
muy importantes a la hora de maridar
Las texturas fluidas como las sopas buscaremos vinos
con alcohol alto como los vinos de jerez. Para poder tomar un vino tranquilo con
una sopa deberíamos darle más densidad a la sopa.
Texturas harinosas como las legumbres, buscaremos
vinos persistentes en blancos y jóvenes
con tensión en tintos, teniendo siempre en cuenta la condimentación.
Las texturas gelatinosas al permanecer más tiempo en
nuestra boca buscaremos vinos persistentes y en algunos casos si buscamos
limpiar necesitaremos de acidez, tanino o alcohol.
Texturas cremosas vinos cremosos y con acidez
crianza en barrica en blancos con los tintos nos ayudaremos de la persistencia
del vino dependiendo de la intensidad de la salsa y podemos ir a buscar
conexiones aromáticas. Tendremos que vigilar con la acidez y el tanino si no
nos interesa perder la sensación cremosa.
Las Texturas grasas las compensaremos con la acidez
en blancos aun que los vinos densos y con alcohol también pueden combinar bien.
En los tintos también nos ayudará el tanino
En cuanto al producto se refiere
Las texturas blandas ya sean pastas arroces, pescados
o carnes (carpacho, etc...) buscaremos vinos más ligeros
A medida que encontramos texturas más
duras como la carne de caza, donde necesitemos mas masticación y
lubricación buscaremos vinos más persistentes y con cierta tanicidad.
Siempre teniendo en cuenta, los elementos
modificantes que intervienen en el plato y el tipo de cocción.
Ejemplos prácticos
Carnes Rojas Sus proteínas suavizan los
taninos mas potentes. La fuerza del tanino será mayor, a mayor duración de la cocción
de la carne. Por eso, para un rabo de toro se necesita más tanino que para un
filete.
Con las carnes de Caza buscaremos Grandes
vinos, con fuerza y personalidad. También vinos de evolución en crianza
reductiva, cuero, especiados, animales incluso vinos con bretanomyces.
Maridajes con vinos marcados por su crianza
Normalmente encontraremos en estos vinos
aromas de Vainilla, Humo, Clavo, Caramelo, Regaliz, Chocolate y coco.
Su correspondencia nos lleva a platos con los siguientes sabores
Vainilla, Efecto Maillard (caramelización de
la proteína de la carne), (Cebolla, ajo y puerro) caramelizados, Carnes a la
brasa, clavo.
Pero también los siguientes ingredientes nos
pueden acercar a vinos con notas marcadas de crianza.
Vinagre balsámico, azúcar moreno,
mantequilla, cardamomo, cacao, jarabe de maíz, Tortillas de Maíz, Shitake,
almendra tostada, sésamo tostado, avellanas, palomitas, Scotch, Pimentón, salsa
de soja, especies, te negro, haba tonka, nuez.
A parte hay una serie de conexiones entre
vinos y alimentos que nos pueden ayudar a maridar con mayor eficacia como por
ejemplo
El sabor yodado de la cabeza de una gamba lo
podemos relacionar con la oxidación y el yodo de un vino de crianza oxidativa
de Jerez.
Pero de estas relaciones hablaremos otro día.
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